Branken
El primer Comandante de Infershia al cual se enfrentan los
hermanos Ozu. Y e más dado a los estallido de ira de corte clásico. Estallidos
de los cuales uno no tarda en saber medir a gravedad por un simple detalle:
Cuando se enfada de verdad, empieza a salir vapor de esa especie de cuerno
retorcido sobre su cabeza. Es tan poderoso como feo. Y ya veis que aspecto
tiene. ¿Su espada? no es de acero ni mucho menos.
De hecho, ni siquiera es una espada, técnicamente
hablando. Se trata de un colmillo de N Ma, el ente al que pretende traer de
vuelta a la Tierra. Imaginad ya el tamaño que ha de tener el ente en cuestión.
Porque no es, y eso lo adelanto, uno de sus dientes más grandes.
Branken tiene como meta inmediata, alzar en la tierra las
Puertas del Infierno. De manera literal, una gigantesca puerta doble que da
paso al reino subterráneo en el cual fueron encerradas las fuerzas de
Infershia. Y lo logra. Un momento de especial satisfacción para él, ya que
estaba literalmente atrapado en la habitación del pozo a través del cual se
comunica con su amo. Llega de hecho a pelear contra los hermanos Ozu... y ser
derrotado. Pero eso si, no se lo pone nada fácil.
Como villano es básico, sencillo. Y ahí reside su encanto:
Frustrado, propenso a los estallidos de ira.... pero con una meta clara en su
mente. Una meta que alcanza, recuerdo. Que viva para disfrutarla es harina de
otro costal. Pero lo logra. ¿Cuantos villanos pueden decir lo mismo? No muchos,
¿verdad? Puede que Branken no pase a la historia de la villanía. Pero no todos
han logrado tanto como él. Y eso es algo a tener en cuenta.
¡Nos leemos!
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