Llegamos al
final de este viaje particular. Si quien escribe esto es sincero, ha sido uno
divertido. Espero que vosotros también hayáis tenido momentos así a lo largo de
la lectura.
Una cosa que se
puede deducir por lo dicho cuándo se ha hablado de la película es que Rescue
Force y Madan Senki Ryukendo tienen lugar en el mismo universo. Nada lo impide,
de hecho. Rescue Force es y no es una secuela de las aventuras de Narukami y compañía.
Si no argumental, al menos forma parte del mismo conjunto de historias.
¿Es buena serie?
lo es, y se disfruta. No es una obra maestra ni falta que le hace. Y la breve aparición
de Hiroshi Fujioka como el director Osakabe es algo que los fans más veteranos
agradecemos y celebramos no poco.
La serie cumple
y da lo que promete, que no es poco. Aun teniendo en cuenta el carácter de
escaparate juguetero de la misma... Tiene momentos que se recuerdan con cariño.
Como cuando ni diez capítulos han transcurrido y el equipo tiene que acudir al
pueblo donde Hikaru se crió. Con la reacción que se ve de sus viejos vecinos. O
el de la mansión y los comandantes de Neo Terror. O el del volcán subterráneo.
O cuando el capitán Ishiguro cogió todas las tarjetas de los vehículos a la
vez...
Otro elemento
que se agradece es que precisen de las capsulas para equipar las armaduras en
lugar de emplear un estilo de transformación más habitual. Esto en más de un
capitulo determina lo que NO pueden hacer, forzando a que el argumento tenga
que desarrollarse de maneras que serían impensables de otro modo. Y eso es
bueno. Favorece escenas de «ser héroe es algo más que usar una armadura
molona».
Me da igual la reacción
de los demás. Yo disfrute la serie. La he vuelto a disfrutar cuando la he visto
de nuevo. Si queréis pasar un buen rato y divertiros, cumple su función. Y no
me cabe la duda de que para más de uno será su favorita. Sin razones especiales.
Sin más. Les gustará y punto.
¡Nos leemos!