miércoles, 17 de septiembre de 2008

Arqueologia Videojueguil 18: Los Templos Sagrados


¡Hola a todos de nuevo! Como podéis ver, a nuestra espalda se aleja cada vez más la costa de Cozumel. Muchas cosas han pasado, y algún amigo hemos hecho allí. Pero la aventura es la aventura, y tenemos que seguir adelante.


En esta segunda entrega de la Trilogía de Ci-U-Than atravesaremos la península de Yucatán, pasando por los templos de Tulum y Cobá. Salvo en la escena inicial de la aventura (donde nos acompañan dos personajes que conocimos en Cozumel), estaremos solos, y no nos cruzaremos con ningún ser inteligente.



A algún jugador puede que le decepcione después de lo sucedido en el primer episodio. Pero si se tienen cuenta que atravesamos templos abandonados hace siglos, invadidos ahora por la selva y las fieras, ya cobra más sentido este giro.


Aventuras AD regresó a la clásica estructura de acabar la primera parte y conseguir una clave para poder acceder a la segunda. El experimento de Cozumel (recomiendo leer el texto dedicado para evitar innecesarias repeticiones) era interesante, sin duda. Pero aquí no tenía mucho sentido.


En la caja del juego se incluía un extra interesante: el Mapper. Una hoja cuadriculada especialmente para confeccionar uno mismo el mapa del juego a medida que avanzaba. Tenía dos caras, una por carga, y en cada una la primera localidad ya marcada. También tenia un espacio dedicado a los objetos que íbamos encintrando. Esta fue la primera y ultima vez que se incluyó dicho elemento, debido a los costes.


La aventura en si es no difícil, si no complicada. Al final de la primera parte, la famosa Espiral Cuadrada hizo, a quien esto escribe, maldecir en todas las lenguas habidas y por haber. No por la dificultad del enigma en si. Si no por lo laborioso de su resolución. La segunda parte solo tiene UN rasgo mejorable, y es una situación que peca de vocabulario poco trabajado. Pero aseguro que es solo esa situación concreta.


Esta en concreto tiene un juego de palabras que solo comprenderán los mas momios del lugar, cuando nos topamos con un obstinado enjambre de abejas mayas (¿Qué pasa, que las europeas no son tozudas?).


Los Templos Sagrados es, quizás, el título más flojo de la trilogía. No malo, pero si flojo. No llega al nivel de Cozumel. Y desde luego, tampoco al de la entrega final. Es una entrega de transición, con situaciones que también tienen su lugar en el imaginario aventurero: La Espiral Cuadrada de Tulum, el reencuentro con cierto odiado simio, o la colección de ídolos que hacemos en la segunda.


Es, ni más ni menos, un capitulo de transición. Cuando el que esto escribe la jugó en su día, exhaló un suspiro de alivio al acabarla. Porque eso significó que, al igual que los lectores de la Dekabase mañana, por fin veréis el destino en el cual se desvelaran todos los misterios: ¡Chichen Itzá!


Y aseguro que será un final digno y asombroso como pocos. Pero de eso ya hablaremos mañana.


¡Nos leemos!

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