Komachi Kurihara.
El espectro de una mujer que solo aquellos con verdadera pasión por la justicia
pueden ver. Como Narukami. Esto, por supuesto, no ayuda a la reputación del
héroe. Mucho más adelante en la serie se descubre que en vida fue nada más y
nada menos que la primera jefa de policía de Akebono City. Cuando los muertos
de la ciudad son revividos, retrasa el ayudar al héroe por simple añoranza de
estar viva.
Es alguien que se preocupa por la ciudad… y por la policía
que ella misma dirigió una vez. Uno de los capítulos se centra en como ayuda al
actual jefe a recuperar la fe en su trabajo y en ayudar a los habitantes de la
ciudad. Se la coge cariño, esa es la verdad.
Jefe de policía y sus
dos ayudantes. Risibles por puro pelotilleros con sus superiores. Y por
miedosos. Sus apariciones siempre auguran sobresaltos y manos en la cara al
pensamiento de “¿Cómo es posible que el
trabajo de la policía no sea un caos con estos tres al mando?” No es que
sean incompetentes. Como se descubre en
el caso concreto del jefe gracias a Komachi-san, son, simplemente, tres hombres
que hace tiempo perdieron la ilusión por su trabajo.
Lo cual no evita que a veces uno quiera estrangularles por
sus reacciones, claro. Porque lo
ocurrido con el caso del maletín del atraco o cuando confundieron a un cantante
de heavy metal con un Jamanga…
Kaori Nose una
florista que Narukami conoce nada más llegar a la ciudad. Narukami sufrió un
ataque de celos cuando Koichi se acercó a ella. A pesar de que solo quería
comprar flores para atraer a una Bestia Demoníaca. Logró el liderazgo del grupo
vigilante de la ciudad al ganar el torneo de artes marciales que decidiría
dicho liderazgo. Todos y cada uno de sus contrincantes se retiraron del
combate porque rechazaban atacarla y herirla.
Una colección de personajes que dan color y vida a Akebono City,
hay unos cuantos más, pero por razones de espacio y para no cansar, hablare de
los mismos en la siguiente entrega. No faltéis…
¡Nos leemos!
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