Este es uno de mis capítulos favoritos de cualquier serie
tokusatsu habida hasta el momento por una simple razón: El uso de un concepto
más serio de lo que resulta en apariencia: conspiración política internacional.
Y hablo de grandes potencias. O de lo que al menos parece ser tratado como tal
dentro de la historia. Es como si de repente los guionistas dijeran: «Gente,
esto no es broma. Es un asunto muy serio y muy peligroso».
Gomora (el monstruo-de-la-semana) es tan solo una
herramienta. Un arma de alguien mucho, mucho más peligroso y que permanece sin
ser visto. Lo máximo en algún flashback. Todo lo que sabemos es a través de
terceros. No nos queda otro remedio que fiarnos de su testimonio o aquello que
suponen. La amenaza de este capítulo no es el monstruo. Es la persona que lo
altero a la fuerza, lo modificó y lo convirtió en la encarnación de su ira y
rabia contra sus semejantes.
En mi opinión, este capítulo tiene un levísimo «algo» de
lo que seria Ultraseven X años más tarde. Salvando las distancias, este
capítulo es uno de los más no diré adultos pero si oscuros de la serie. No deja
de seguir la fórmula habitual. Pero en esta ocasión, todo lo que rodea el uso y
ejecución de dicha fórmula tiene un algo de intranquilizador. Deja con una sensación
de «esto no ha acabado» nada agradable.
No, no he hablado de la trama en si porque en este caso no
es eso lo importante. Lo que quería y tenia que decir ya lo he dicho. El vigésimo
primer capítulo de Ultraman Max es uno de mis favoritos. Pero no porque me
hiciera disfrutar. No es que sea una obra maestra televisiva. Pero ese paréntesis
de oscuridad en la tónica general de la serie es algo que se recuerda e
impresiona.
2 comentarios:
Buscaré por youtube a ver si lo encuentro.
Pues date prisa... acaban de licenciar la serie, asi que muchos dejaran de subir capitulos...
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