Esta historia en un principio puede parecer fuera de lugar en el tomo. No hay héroes, no hay villanos. Pero hay un homenaje a Ishinomori Shotaro. Buena forma de acabar un tomo dedicado a un universo que creó y que hoy en día sigue siendo recordado. La historia nos presenta al joven y entusiasta Osamu Tenka. Dibujante que al principio tiene que lidiar con una editora (la persona, no la empresa) de armas tomar.
Esta le dirige hacia Ishinomori Shotaro, y ahí es donde está el meollo de la historia.
(Yo también me asustaría).
Es una historia corta y agradable. Si hay una palabra que la defina es entusiasmo. El que demuestra Osamu y en realidad, todos los personajes. Una historia que en cierto modo viene a ser un “gracias” al Maestro por los personajes que nos ha dado a sus admiradores. Una buena forma de cerrar este tomo.
No hay mucho más que decir de este capítulo en realidad: Una historia corta, agradable, sencilla y calmada. Este Dekaranger se divirtió mucho y agradeció el relajo que esta historia supone respecto a las otras dos. Un buen epílogo que deja satisfecho. Ni más, ni menos. Y que deja patente una cosa: El cariño que se tiene a la obra del Maestro cuando se la conoce.
Y así, terminamos esta entrega de Tokumanga. Espero que hayáis disfrutado leyéndola tanto como yo al escribirla.
¡Nos leemos!
2 comentarios:
Desde luego es bastante emotivo.
Siempre resultan bonitos, a la par de tiernos, estos gestos en los que se rinde tributo al trabajo realizado por los grandes maestros del género, que con sus aportaciones han dado forma a los sueños e ilusiones de multitud de aficionados.
Te ha quedado genial la entrada :p
De nada hombre. Emotivo y descacharrante tambien, sobre todo las primeras págunas cuando Tenka trata con la editora, vata berridos, madre mia.
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