Estos personajes
son un trio bastante peculiar. Para empezar, su existencia es desconocida por
los héroes en los primeros capítulos. Y aun cuando descubren su existencia,
tardan en saber quiénes son y su naturaleza exacta. No es tanto un misterio
como una duda. En un principio rehúyen todo enfrentamiento contra los héroes
hasta que al fin se les da nuevos cuerpos, más aptos para el combate (tampoco es
que sean grandes luchadores, seamos sinceros). Y en una única ocasión se les ve
asumir un disfraz humano.
Maru es la única
diseñada con aspecto femenino y la líder del trio. Llevada por la calle de la
amargura por San y Shika, es, por supuesto, la que se encarga del desarrollo de
los planes y da las órdenes pertinentes para que se lleven a cabo. Es fácil,
muy fácil hacerla perder los estribos. Su arma es un látigo.
San es reconocible
al instante sobre todo por su altura. Lo usual es que sea él el encargado de
leer las instrucciones de los dispositivos usados para crear los Desastres
Extremos. Aunque a veces se entusiasma, como aquella vez que el dispositivo se
activaba a martillazos. El y Shika son los primeros cuya existencia es
descubierta por Rescue Force. Maru aún tardará en ser descubierta. La función
de San es, podría decirse, la de un oficial de inteligencia.
Shika es... la
fuerza bruta del trio. De hecho, y esto se ve en el primer capítulo, las
instrucciones de los dispositivos que usan para crear los desastres tienen todas
unos muy explícitos apartados. NO dejar que Shika los manipule bajo ningún
concepto. Es un manazas y lo más probable es que haga algo que estropeé el
dispositivo con consecuencias desastrosas. Y no en el sentido que ellos buscan.
Es además, fan del boxeador Daisuke Naito, y muestra cierta duda cuando una operación
les lleva a actuar en la ciudad donde
este va a librar un combate.
¿Cómo acaban?
Pues no son destruidos. De hecho acaban trabajando para la UFDA como ayudantes
de la Comandante Suprema. Limpiando y llevando café.
Son tres
personajes a los que se les acaba cogiendo un cariño especial. Malos no son. No
en un sentido tradicional puro. Son las malas compañías. O líderes en este
caso.
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