Lo
primero que hay que entender acerca de Bandora es algo esencial: No es una
villana desde el principio. De hecho, era buena. Pero todo se torció un aciago día
hace millones de años por culpa de su hijo. Y esto hay que entenderlo bien.
Kai, su hijo, no, repito, NO era un niño bueno ni formal. Era malo. Por
desgracia, Bandora era de aquel tipo de madres que es incapaz de ver el mal
causado por su hijo.
¿Y que
hizo? Aplastar huevos de dinosaurio. La madre, por supuesto, lo persiguió. La
persecución les llevó hasta un precipicio por el cual Kai cayó y murió a causa
de ello. En aquel momento, Bandora juró que acabaría con los dinosaurios y convertiría
la Tierra en un erial.
Bandora
no es una villana al uso. Es una madre de luto que culpa al mundo de las
consecuencias de unos actos que son responsabilidad tan solo de su hijo.
En
pantalla es la líder de una banda más bien cómica e hilarante. Por su aspecto,
comportamiento… Famosos son sus estallidos de rabia o el Bandorascopio con el
que observa lo que sucede en la Tierra. Ojo, que sea un personaje de talante
más bien cómico no la hace menos peligrosa. Por ejemplo, cuando Burai despierta
en el presente y lo engaña de manera que sirva a sus intereses contra los demás
Zyurangers. O la famosa vela que consume la vida de Burai. Una vez se consume…
Es por
tanto una villana con motivos, que no razones. La muerte de su hijo (que
repito, fue consecuencia únicamente del propio carácter del mismo) la
transtornó.
Gracias
a ello, surgió una de las villanas más famosas que causara problemas a Súper
Sentai alguno. Es más bien cómica, hilarante, pero en su origen se halla la
tragedia que más teme cualquier madre que se precie de serlo. Cuando nace el
hijo de Grifforzer y Lamie lo adora y sonríe.
Y es de
las pocas villanas que no muere en combate. Es sellada de nuevo con sus
secuaces. Lo amplia que debe de ser esa urna por dentro…
Y en la
próxima entrega de esta galería llegará la hora de demostrar que las artes
marciales no son solo para fanfarronear…
¡Nos
leemos!
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