Arqueologia Videojueguil 1: HeroQuest

El trabajo de un Dekaranger no consiste solo en perseguir peligrosos criminales y derrotarlos a los mandos del Patrol Robo mientras ellos se hallan a los mandos de su Kaijuuki. También hay que buscar e investigar en bases de datos, reunir información para hacer avanzar la investigación y conseguir datos y pruebas que ayuden a juzgar a los criminales.

Este post es el primero de una serie que nació cuando me tocó investigar un caso de tráfico de antigüedades tecnológicas terrestres. A un coleccionista de ordenadores le habían robado la totalidad de su colección, agravada por el hecho de que aunque escasa (5 ordenadores y una no tan escasa colección de software), iba a ser donada al Museo de Arqueologia Tecnológica de Alfa Eridani; y a mi me tocó buscar al ladrón.

El caso es que yo también me acabe aficionando al asunto… y aquí estamos. Así que sin más dilación, comenzamos:

Este juego fue lanzado al mercado por Gremlin Graphics en 1991, es decir, la última y agónica etapa de los videojuegos y ordenadores de 8 bits. El reinado del PC comenzaba, pero aun así, sea como gesto hacia un ordenador que marcó una época, o por aprovechar los últimos restos de un mercado llamado a desaparecer, hubo compañías que publicaron juegos para dichas máquinas, y algunos, y no pocos, eran buenos juegos.

HeroQuest es el resultado de adaptar el juego de tablero del mismo nombre publicado por Milton Bradley. En el podemos encarnar a uno de 4 personajes: Bárbaro, enano, mago y elfo (erróneamente traducido en España como “duende”). Cada uno que posee unas características que le diferencian de los demás a la hora de afrontar sus aventuras. Así, el bárbaro es como no, la fuerza bruta, el enano puede desde un principio desactivar trampas con su caja de herramientas, el mago basa su fuerza en los conjuros elementales (de un solo uso), y el elfo es una mezcla de bárbaro y mago, ya que aunque no tan fuerte como el bárbaro, puede usar unos pocos conjuros también.

Esta versión adapta las misiones presentes en la edición básica del juego de tablero. Abundan lo suficiente como para no aburrir, pero tampoco son tantas como para cansar. Antes de cada misión se nos presenta un texto introductorio en el que Mentor, el poderoso mago, nos la encomienda y explica los objetivos. Hay que decir que en la edición española del juego el 100% de los textos se hallan traducidos (y bien traducidos, que es lo más importante).

El juego reproduce de manera fiel y exacta las reglas de la versión original de tablero: El sistema de turnos, de magia, la búsqueda de trampas, puertas secretas y/o tesoros, el combate contra los monstruos. El gasto del dinero entre búsqueda y búsqueda para mejorar el equipo… Todo esta reproducido con fidelidad.

La versión de Spectrum que es la que tengo y he jugado, tiene un solo punto negro a mí entender, que espero se subsanara en el resto de versiones: la música. Es de las mejores composiciones que se puedan escuchar en un Spectrum, pero acaba cansando porque siempre es la misma. Al menos si se juega en un emulador se puede desconectar el sonido.

La jugabilidad por otra parte, es buena, sin aspavientos. Yo recomiendo al que se acerque a este juego, eso si, que se quite de la cabeza que es un juego de rol. No lo es. Es un Dungeon Crawling en toda regla. Muy bueno, y con argumento, eso si.

Pero aun hay mas…Ese mismo año, Gremlim sacó algo que pocas veces se ha visto en un 8 bits… Una expansión (más comunes hoy en día), Return of The Witch Lord, que adaptaba la expansión del mismo nombre para el juego de mesa original. En esta ocasión, todas las misiones giran en torno a la lucha por derrotar al Lord Brujo, siendo misiones más largas y difíciles (doy fe de ello, ¡odio a los no muertos!). Para acceder a ellas, no había mas que seleccionar la opción “cargar otras aventuras” en el juego original, y poner en marcha esta expansión.

Como curiosidad, decir que Velesoft, un grupo de programación checo, creó una versión en la que se puede usar un ratón Kempston (en caso de que pase el fichero a cinta y se juegue en un Spectrum real). Si, el Spectrum tuvo su ratón. O, en el caso de usar un emulador que emule también dicho periférico, el propio ratón del PC.

Y esto es todo por hoy. Shen-chan me ha pillado escribiendo esto en lugar del informe y me temo que me va a caer una buena bronca. En la próxima entrega de esta serie hablaremos del Golden Axe de Spectrum ;)