Hoy, como prometí en la primera entrega, daré mi opinión
personal acerca de este manga. ¿Y cual es? Bien... es una buena obra, me ha
gustado.... pero siendo sincero no es lo que esperaba en un principio. En su
momento procuré no tener expectativas demasiado altas. He visto la serie de
televisión y temía que las diferencias me decepcionaran. Por suerte, no fue
así.
Es una historia que logra dar sensación de globalidad a la
amenaza a la cual se enfrenta Minami Kotaro en solitario y sin casi ayuda
apenas. Literalmente de un extremo a otro del globo, pelea en solitario, una
guerra que libra como un deber autoimpuesto. Llega a evitar alguna muy seria
catástrofe, pero... Prefiero no desvelar nada. Esta es de esas historias que
hay que llegar conociendo lo mínimo.
Yo esperaba una historia más simple y básica. Y no lo es
tanto. No se como explicarlo. No es pereza. Sigue siendo una historia que
entretiene y evade. Pero no puedo evitar la sensación de que hay «algo más» que
se me escapa. El final abierto tiene algo que ver. Deja con la duda de si todo
ha acabado o no. Y quien haya leído la historia entenderá porque. Esa es la clave
de esta historia.
La duda final. Este manga es una de esas obras con un
final de esos que hacen pensar: «Solo por este final, merece la pena disfrutar
toda la historia». Digo bien, porque si uno se salta alguna parte... no captará
todo lo que esa última escena implica.
Resumiendo: Llegué con expectativas bajas. Porque quería
tenerlas bajas y no decepcionarme. Si esa es la razón o es otra, me da igual.
Este manga me ha gustado y lo recomiendo sin dudar. Leedlo si podéis. Cierto
es: No es el Kamen Rider Black televisivo.
Ni falta que le hace.
2 comentarios:
Tanto mejor si no es el mismo, en mi humilde opinión, porque aporta matices distintos y ayuda a definir y enriquecer al personaje.
Me da que esto es algo muy de Ishinomori Shotaro, la verdad... Los mangas de sus obras que poseen version en la pequeña pantalla poco tienen que ver muchas veces con lo que se ve en ella
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