Arqueologia Videojueguil 26: El Cuervo de la Tormenta

El Doctor Van Halen no descansa nunca. Ya sea investigando ajados ya arcanos tomos. O soñando. Si, si, soñando, mirad:

Me resulta difícil hablar de esta aventura sin desvelar la trama o resolución de algunos puzzles. Puedo decir sin embargo que una parte importante de la trama tiene que ver con la introducción. Y que de por medio hay piratas y antiguas maldiciones.

¿Típico? Si, pero narrado con experiencia. Bien narrado. Se nota el saber hacer del autor. Sobre todo si uno ha jugado anteriores títulos de su autoría. He de decir que para quien espere ilustraciones ocasionales, estas han desaparecido de la aventura, salvo en la localidad inicial.

Y no se llegan a echar de menos. Es una aventura de texto, después de todo, y es ahí donde ha de lograrse el ambiente en primer lugar.

Una cosa que en su momento me agrado es la repetición de ciertos elementos: El bastón, la Moneda Iuramentum y el Tenebrarum. Las herramientas del Doctor, y muy útiles. Un acierto el convertirlo en el “equipo de campo” (que mantendremos en todas las entregas de la saga). Ayuda aun más a dar personalidad, carisma y solidez al personaje.

Este es un capítulo que nos hará visitar más de un lugar, al contrario que en futuras entregas, donde viajaremos a uno o dos lugares como máximo. La aventura sigue sin ser difícil, y pensando un poco se puede resolver.

Y poco a poco iremos desvelando el misterio del Cuervo de la Tormenta y cierta isla que… No, esto no lo digo, que sería desvelar el final. Pero si puedo decir que este dekaranger al jugarla se sintió un personaje digno de las mejores historias pulp habidas y por haber.

Para aquellos que les preocupe la extensión, decir que el mapa en si es de tamaño más bien medio-pequeño. Pero con mucho por hacer en el mismo. En tiempo… uno puede terminarla en una tarde (o noche). Y la extensión es la justa. Variarla (a más o menos, da igual) solo hubiera empeorado el resultado final.

Y mañana, responderéis al reto de un rival inesperado. Mañana sabréis a quien me refiero nada más ver el título.

Hasta entonces…

¡Nos leemos!