.jpg)
Hoy, vamos a ir al grano. Sentaos y apagad las luces, por favor. El siguiente capítulo de las aventuras del Doctor Van Halen comienza de la siguiente manera…
Alguien, un espectro del pasado, nos envía a Venecia. En la ciudad ducal podremos ayudar a un alma doliente, y, quizás, recuperar a la amada esposa del Doctor. Como podéis ver, en este caso la acción se desarrolla en capítulos.
Unos capítulos que siempre nos tendrán en tensión, esperando reencontrarnos con Hellen a la vuelta de la siguiente esquina. Esperando recuperar aquello que perdimos. En esta ocasión, el equipo del Doctor, aquel que nos acompaña desde la aventura en Le Nebleau (la linterna, el bastón, la moneda Iuramentum y el Tenebrarum) nos ayudará como nunca antes lo ha hecho.
En este caso, más que el auxilio prestado al espectro, la trama gira en torno a lo que averiguaremos del destino de Hellen. De hecho, dicha petición y dicho destino guardan una estrecha relación. Al igual que en la primera entrega, vuelve a haber una escena de acción sobrenatural. Y una en la que nos jugaremos la existencia.
La división en capítulos de esta entrega fue una sorpresa agradable que me hizo pensar en la etapa más comercial de la aventura conversacional en España. Y que indica también que deberemos ir paso a paso, con atención y calma.
Es, además, la que puede que tenga el mayor número de localidades ilustradas de toda la saga. No es que sea de importancia, pero se agradece, sobre todo desarrollándose la acción en Venecia. Ciudad a la que se supone cierto ambiente evocador. No todos los lugares que visitemos en la ciudad de los canales serán hermosos. Pero todos tendrán un ambiente que nos hará sentirnos allí junto al Doctor.
Cuando volvamos a la mansión de Vlaming Straat todo parecerá haber acabado. Mas no será así, pues el telón aun habrá de levantarse para un Ultimo Acto.
¡Nos leemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario