Arqueologia Videojueguil 3: Shadow of the Beast

He aquí un título emblemático de la Colección Sinclair. Salió al mercado en 1990 de la mano de Gremlin Graphics, ya en la recta final de los 8 bits. Este título es emblemático por varias razones. La principal es tratarse de una conversión de un juego original de los ordenadores Amiga. Un ordenador que en la época hacia suspirar a muchos usuarios de 8 bits al ver las capturas de pantalla de sus juegos.

Como en todo juego que se precie de serlo, ha de tener una trama que nos incite a “saber más”, a jugarlo. Hoy en día hay argumentos casi cinematográficos, tramas y sagas conocidas al milímetro por los fans. Y en la época de los 8 bits también, tramas que son clásicos e historia del videojuego. En el caso de Shadow of the Beast…

“Por muchos años el maligno Señor de las Bestias ha creado extrañas criaturas para guardar su fortaleza. Una de tales criaturas busca venganza. El héroe del juego una vez fue humano. Pero en su niñez, fue llevado hasta los Magos Bestiales y transformado. Ya adulto, la criatura recuerda su pasado humano y está dispuesto a recuperar su verdadera forma. Mas para conseguir lo que pretende debe entrar en la fortaleza del Señor de las Bestias y destruirlo.”

Una vez comenzamos a jugar, nos encontramos con un escollo para mí. No tanto el que los textos introductorios se hallen en inglés, si no que aparecen en forma de cinta que se desliza de derecha a izquierda en lugar de uno o varios párrafos, añadiendo una incomodidad a la que no veo sentido.

En cuanto al control, es fácil y fluido. Un scroll suave y sin “tirones” que lo ralenticen, una animación buena… Como en muchos juegos de Spectrum, esto significa gráficos monocromos dependiendo de la fase. La extensión del juego se resuelve usando un recurso muy conocido por los amantes de nuestro británico Speccy: La multicarga. Cada fase significa poner enmarca el cassette y rezar para que no nos de el famosos mensaje “R Tape Loading error”. Pero es el precio a pagar para disfrutar de semejante obra de arte.

Y recuerdo a los que no vivieran la época de los 8 bits, que en el año que esta versión salió al mercado, la que yo llamo “Era Precámbrica de los Videojuegos” estaba a punto de terminar de hecho. Y que la informática avanza de manera exponencial, así que, sin ser peyorativo, esto es prehistoria de los videojuegos y su base.

Volviendo al juego en si es difícil, con D mayúscula. El que esto escribe ha tenido oportunidad de probarlo y apenas ha logrado avanzar, ya que las 12 vidas con que se cuenta al iniciar la partida descendían con una rapidez digna de Hoji tras un mecha-humano. Si os gustan los juegos antiguos y que supongan un reto, este es vuestro juego sin duda alguna.

Otro aspecto a destacar es la música. Contada sinceridad, no creía posible que se pudiera usar así el chip de sonido AY de los modelos de 128K. Solo por esa composición merece la pena echarle la pena un vistazo. El juego también tiene rasgos de videoaventura, con llaves para abrir puertas, pociones de diferentes efectos y armas.

En resumen, un juego bueno, rápido, difícil y que merece un vistazo, y del cual me gustaría ver mas (ah, esta carencia de habilidad…)