lunes, 12 de septiembre de 2011

Tokusatsu Eiga: Godzilla Vs. Mechagodzilla II


-Takao Okawara, 1993

Llevaba ya tiempo queriendo ver esta película, y hace unos días (a partir de la fecha en que escribo estas líneas) por fin lo conseguí. El primer plano ya nos remite de manera directa al final de la entrega anterior de la serie Heisei.

Los sucesos de se desencadenan cuando una expedición científica encuentra por mera casualidad un gigantesco huevo en una isla perdida en medio del océano. Justo en ese momento, a la isla llegan Godzilla y Rodan. Y a partir de ahí, los sucesos fluyen de manera continua, con ritmo y sin tiempos muertos.

Ah, por cierto. El huevo no contiene una oruga gigante. Es más pequeño que eso. Del huevo nace un a-do-ra-ble ser conocido como Baby Godzilla (que más tarde conoceremos como Godzilla Jr.). No es Minya, por suerte.

Pero lo que importa aquí es la nueva encarnación del sosías mecánico del Rey de los Monstruos. Construida a partir de la tecnología Futuriana empleada para crear a Mecha-King Ghidorah, al principio promete. Y de hecho, logra hacer caer a Godzilla no una, si no dos veces.

Todo bien, ¿no? Pues no, porque al final es derrotado. No voy a revelar más de la trama de lo necesario. Baste decir esto: Mechagodzilla es derrotado por una simple razón: La tripulación del mecha no combate con respeto. Su tarea es derrotar y matar a Godzilla. Desde luego. Pero llevan a cabo su tarea sin respeto y con saña poco común.

No tienen en cuenta que es (más que quien es) Su Radiactiva Majestad. Si existe una encarnación viviente del aspecto destructor del Atomo, es el Gran G. Y no lo tuvieron en cuenta. Solo pensaron en demostrar el gran logro tecnológico que es Mechagodzilla y su poder de destrucción. En que eran mejores y más mortales que su enemigo.

Y Rodan… o mejor dicho, Fire Rodan. Desde aquí alzamos nuestro te en tu honor, alado amigo.

¿El reparto humano? Vuelve a aparecer Miki Saegusa, la telépata. Y el resto de humanos cumple, y cumple bien. La verdad es que esta película muestra un equilibrio bueno entre el reparto humano y los daikaiju. Aunque la escena en que los niños le cantan a Baby Godzilla… de no ser por como acaba, la rechazaría de plano. Pero queda claro que adorable si. Pero es quien es: el heredero el Rey de los Monstruos.

¿Mi conclusión? Una buena película, que enlaza con una excusa buena y sobre todo creíble con la entrega anterior, bien narrada, fluida y con el espectáculo necesario. Ni más, ni menos. Si la veis, no os arrepentiréis, puedo asegurarlo.



¡Nos leemos!

1 comentario:

Francisco dijo...

Prueba