Lady Gold
Un personaje cuyos dos únicos propósitos
en su existencia parecen ser hacer la vida imposible a los héroes y sacar de
sus casillas al Doctor Gusano. No, no es subordinada suya, ni mucho menos. Pero
que use el pedestal de invocación como un sillón es algo que no le gusta.
Sus
ideas están claras también: Ayudar a la resurrección de Dai Maou… y que quede
claro que ella es la mejor. La más atractiva, la más malvada, la más digna
súbdita de su señor, más mejor en todo, vaya. Aparece un buen día de repente y
sin previo aviso, para lamento del Doctor Gusano, que ver perturbada su malvada
paz.
¿Y la reacción
de los héroes frente a ella? Al principio desconcierto. Les choca esa actitud
de diva de la villana que parece más preocupada de que asientan a su soberbia
que de intentar patearles el culo. Actitud, todo sea dicho, que resulta… no
molesta. Ni chocante tampoco. Da la sensación de que todo lo que ocurre para
ella no es más que una diversión, una forma de pasar el rato.
Es la única
villana además en recibir algo parecido a una forma alternativa o aumento de
poder. En un momento dado, adquiere la capacidad de asumir un aspecto en el que
básicamente, viste con un mono ceñido y la cara esta cubierta con una capucha
de rasgos gatunos. Aparte, la acompañan tres “copias” suyas con un aspecto
similar al adoptado. Cuando adopta este aspecto deja de lado un tanto su actitud
anterior y se vuelve más agresiva.
No
puedo decir que la echara de menos como personaje cuando por fin es destruida.
La verdad, hasta sentí alivio, porque me ponía muy nervioso. Aunque tiene sus
momentos de pura villanía, como cuando se descubre un secreto concerniente a
ella y otros dos villanos…
¡Nos
leemos!
3 comentarios:
Otro personaje que desconocía por completo.
Parece carismática, a su manera.
Es un personaje de Madan Senki Ryukendo ;)
Y carismática no se, pero fuente de angustias para su colega desde luego
Ya van bien este tipo de personajes, que suelen dibujar más de una sonrisa, aún sin pretenderlo.
Aunque después de un prolongado protagonismo, la paz que deja su ausencia también suele agradecerse.
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